Sofía Sánchez Maestro nace el 25 de octubre del 2000 en Santander (España). En 2007 ingresa en el “Conservatorio Ataulfo ​​Argenta”, donde estudia durante 10 años con Javier Laboreo Ballarín, graduándose con máximas calificaciones. En 2018 recibe el primer premio en el “Premio Extraordinario de Música de Cantabria”. Cursó sus estudios superiores de intepretación en Musikene, en el País Vasco, con el pianista Gustavo Díaz Jerez como profesor principal de piano. Durante sus años de aprendizaje ha recibido muchas clases magistrales de los mejores pianistas de España y Europa, como Khatia Buniatishvili, Marta Zabaleta, Luis del Valle, Patrín García Barredo, Frank van de Laar, Miguel Ángel Ortega Chavaldas, Marta Gulyas, Gabriel Loidi Lizaso, etc.
A lo largo de su desarrollo pianístico, ha tocado como solista y con ensambles de música de cámara y orquestas de España. Hizo su debut con orquesta a los 14 años en la “Sala Argenta” del Palacio de Festivales de Santander, donde también interpretó música de Sergei Rachmaninoff como solista a los 18 años. En España ha actuado en numerosas salas de música y teatro: Madrid, ​​Bilbao, San Sebastián, Logroño y Santander, así como en el Palacio Euskalduna en el Festival Musika-Música todos los años entre 2012 y 2018. En el extranjero, ha actuado en pequeñas salas de Francia y una de sus actuaciones más importantes tuvo lugar en el “Instituto Cervantes” de Tokio, Japón, en 2015, interpretando música española de Enrique Granados. También tiene un significativo acercamiento vocal y coral a la música clásica, siendo miembro de la “Camerata Coral de la Universidad de Cantabria” durante varios años y cantando en algunas de las iglesias más importantes de España. Le interesa mucho el repertorio moderno y contemporáneo para piano y en 2019 participó en el estreno de “24 preludios para piano” de Javier González Sarmiento. Durante 2021 ha ofrecido recitales de música de cámara con el “Cuarteto Sinergia” y el “Trío Noray”. En junio de 2022 ganó el segundo premio en el "1st Oberton International Music Competition" de Graz, Austria, siendo invitada a tocar allí para la entrega de premios. En esta misma fecha, se graduó en el Centro Superior de Música de País Vasco, Musikene. Recientemente ha sido aceptada en una de las universidades de música más prestigiosas de todo el mundo, la Manhattan School of Music de Nueva York, donde cursará de la mano de Solomón Mikowsky sus estudios de máster en interpretación de piano.

Alguien me dijo una vez que "los músicos somos personas enamoradas de los sonidos", y no puedo estar más de acuerdo con esa afirmación. Mi misión como música es seguir formándome hasta llegar a poder dedicarme por completo a la interpretación en los escenarios y a la enseñanza. Se necesita esfuerzo, talento y verdaderas ganas de comerse el mundo. Es una época difícil, sobre todo para los nuevos jóvenes que nos adentramos en el difícil mundo de la música en los escenarios con tanta pasión y al mismo tiempo con mucha incertidumbre.
El arte y la música son fieles compañeros de una sociedad feliz y sana, cargada de empatía, emoción y humanidad. Por eso pongo mis esperanzas en que se sigan apoyando proyectos e iniciativas culturales y artísticas hoy más que nunca: un mundo donde haya espacio para la emoción y la comprensión entre tanto caos, donde el ARTE y la MÚSICA hagan de medicina del alma con su presencia en las vidas de las personas.